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Ready Player One | Ernest Cline

  • Foto del escritor: Queen Helvética
    Queen Helvética
  • 20 mar 2018
  • 2 Min. de lectura

“Teniendo en cuenta que somos un puñado de monos sin pelo, lo cierto es que hemos llegado a inventar algunas cosas increíbles.”

Hay una cosa de la que estamos seguros y es que los 80 han vuelto. Parece que Stranger Things ha traído de la mano toda la cultura pop estadounidense de entonces. Y aunque Ernest Cline sacó este libro a la luz mucho antes de que Netflix le diera vida al Demogorgon, es ahora, gracias a la inminente adaptación de Steven Spielberg que se ha hecho un poco más conocida esta obra a ojos de los simples mortales.





Pero nos situamos en el año 2044, un futuro palpable para muchos hoy en día, que no dista mucho de lo que podríamos encontrarnos. Wade Watts, alias Parzival, es un chico huérfano de dieciocho años que debe su nombre aliterado a un padre amante de los cómics que quería que este sonara a identidad secreta de superhéroe. Vive con su tía, que solo le acoge en su seno porque a cambio recibe bonos de comida extra y se pasa el día aislado en una plataforma de realidad virtual llamada Oasis creada por un conocido multimillonario llamado James Halliday que muere sin herederos al comienzo de la historia.


Hay que estar bien ilustrados en la cultura pop de los años 80.

Este señor un poco grillado es la clave de todo y antes de morir crea un juego en el que el ganador hereda su inmensa fortuna. Para ello hay que estar bien ilustrados en la cultura pop de los años 80 y es por esto que la novela viene cargada de referencias al respecto que creo que si no eres un friki de cuarenta años en adelante, seguramente se te escapen la mayoría.


Lejos de todo pronóstico es bastante ligera.

Pero no desesperéis porque esto no es un impedimento para disfrutar de la novela. En ningún momento entorpecen la lectura que lejos de todo pronóstico es bastante ligera y me parece un gran punto a favor. Y al final creo que tal y como ocurre en el libro, Ernest Cline podría ser ese Halliday que nos incita a beber de la cultura ochentera para introducirnos en su universo personal.





Recalcar que apenas conocía ninguna de estas referencias y a pesar de todo he disfrutado mucho con la lectura. Mi propósito ahora es hacerme una lista con todas ellas para empaparme bien antes de ir a ver la película (de conseguirlo no dudaré en compartirlo por aquí con vosotros).


Engancha desde el principio.

Y a pesar de que cuenta con algún que otro cliché, engancha desde el principio y de la mitad en adelante preparad café, porque te consigue sumergir hasta el punto de que sientes la misma tensión que sientes cuando te encuentras en el punto álgido de un videojuego y te invade la imperiosa necesidad de descubrir si Parzival acabará o no con el jefe final.




 
 
 

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